SANTO DOMINGO. Joven, carismática y clasificada por segunda vez para unos Juegos Olímpicos, María García es un ejemplo de constancia y desarrollo en el judo dominicano. Excelentes récords y buen desarrollo a lo largo de su carrera, hacen de ella, con solo 23 años, un modelo a seguir para deportistas noveles no solo en el país, también en el mundo.
Cuando era pequeña practicaba gimnasia mientras sus hermanos Paola y Jairo García se inclinaron por el judo y cuenta que cuando terminaba de practicar, se iba a ver a sus familiares entrenando. A los 6 años duró algunos meses como gimnasta y se dio cuenta que el deporte que de verdad le gustaba y quería entrenar era el judo.
“Lo más importante que tiene es la disciplina, eso fue lo que más me gustó, mucho respeto, mucha entrega entre los compañeros, eso fue lo que me motivó” dijo García. Habla sobre la primera vez que fue a competencia, solo con tres meses practicando este deporte.
Fue en su provincia natal, La Vega, en un torneo interclubes donde compitió con una judoca mayor que ella y quedó con la medalla de plata a los 9 años, luego fue a San Martín y quedó con medalla de oro en su categoría y como atleta élite. “Competía en infantil y juvenil, siempre invadía otra categoría, ahora que soy senior no puedo invadirla porque ya soy adulta, pero antes sí”, señaló.
A partir de 2004, García explica que los logros fueron mejores. Comenzó a pelear en adultos donde obtuvo medalla de bronce en un Panamericano, en el 2006 quedó también bronce en un mundial, convirtiéndose en la única medallista del país que logra esta hazaña, luego los Juegos Centroamericanos donde consiguió medalla de plata, el Panamericano en Río de Janeiro en el 2007 quedó con bronce y en el 2008 fue a las Olimpiadas celebradas en Beijing donde sólo pudo ganar dos com