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Idalys Ortiz, gloria del judo cubano

Dos medallas de oro en campeonatos mundiales, una más en Juegos Olímpicos y un par en Juegos Panamericanos, incluida la que ganó en Toronto-2015, entre otros galardones, avalan a la cubana Idalys Ortiz como una de las judokas más respetadas en todo el planeta.

Aunque hoy es una de las exponentes más laureadas del mundo, la verdad es que no fue ella quien buscó el judo, el judo la encontró a ella.

“Comencé desde muy pequeña. Tenía yo 10 años y no sabía lo que era el judo, pero un día paseaba con mi mamá por la calle y un señor se le acercó y le preguntó por mí”, dijo Idalys a la AFP.

En el momento, Idalys no entendía de los que estaban hablando ambos adultos, pero bien que recuerda lo que su madre le dijo aquel día: “Ven acá, mi niña, ¿tú quieres hacer judo? Es un deporte”.

Idalys aceptó entusiasmada porque “daba la coincidencia de que todos los niños en la escuela donde yo estudiaba hacían deporte, menos yo”.

La pequeña niña pasó cuatro años en una escuela de alto rendimiento en su natal Pinar de Río.

En 2004, con 15 años de edad, se integró a la selección femenina de judo cubano y tres años después inició su despegue internacional.

“En 2007 hice presencia en mi primer Campeonato Mundial donde alcancé un quinto lugar en la división libre. Llevo seis Mundiales y tengo dos quintos, dos bronces y dos oros”, presume con una sonrisa muy franca.

Pero el punto de inflexión de su trayectoria deportiva se dio en Pekín-2008. No fue campeona olímpica, pero obtuvo un tercer lugar muy especial.

“El bronce de Pekín ha sido el momento más dulce de mi carrera, fue la medalla que me dijo ‘tú sí puedes’ y me di cuenta que realmente yo podía”, relata. Por ello cuatro años después la judoka cubana se consagró campeona olímpica en Londres-2012 tras vencer en la final a la japonesa Mika Sugimoto.

Su huella en Juegos Panamericanos ya también es indeleble. Se coronó en Guadalajara-2011 y revalidó el título en Toronto-2015 con su victoria en la final sobre la mexicana Vanessa Zambotti.

Pero más allá de su impresionante palmarés, fuera del tatami Ortiz es una persona muy sonriente, que gusta de salir a bailar y se apasiona con la lectura.

“Me gusta leer. Ahora tengo un libro muy bueno que se llama Reflexiones para la vida, pero también me gustan los de aventuras y las novelas”.

Además de todo ello, dentro de su poderosa e impactante presencia, Idalys es una mujer que se conmueve con la música, en especial con una canción de un popular cantautor mexicano.

“Me gusta escuchar de todo, pero siento mucha inclinación por lo romántico. Una de mis canciones preferidas es Querida de Juan Gabriel”, comparte Idalys, la impresionante y agrabable campeona de judo de Toronto-2015 en la categoría libre.

Fuente: www.rpctv.com

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